dijous, 23 de juny del 2011

Huelva, 9 de la mañana de la víspera de San Juan

Querías que escribiese. Pues escribo. Porque estoy triste (eso está a la vista de todos) y necesito desahogar mis insignificantes y egoístas penas, tan insignificantes y egoístas que el darme cuenta de eso solo hace que llore con más fuerza. Debería ser la persona más feliz del mundo: me quieren y lo demuestran constantemente, tengo un verano sin obligaciones por delante y un curso que me gusta por seguir el año que viene, mientras que otra gente lo máximo que se permitirá soñar es con llegar a fin de mes con su empleo roñoso de turno. Pero a Anna no le gustan las cosas fáciles, oh no, y si impedimentos físicos no los hay se impone unos cuantos de mentales para pasar el rato. ¿Porque qué mejor que preocuparse a meses vista del traslado de Jose a Tomar por culo? Cuando éramos pequeños, Raül y yo siempre bromeábamos con la “China meridional”, se nos antojaba como el lugar más alejado de nuestro mundo. Pues creo que por ahí, por ahí, se va a mudar él. Y me preocupa, que la separación me vuelva melancólica, que hablar conmigo cuando los horarios lo permitan (¿¿tu te has dado cuenta de cómo van los husos??) sea una hartura, que en algún momento le llegue a reprochar el trabajo que me representan sus prioridades tan distintas a las mías, y que al final todo se vaya al garete por mi culpa. ¿No te preocupan estas cosas? Se te ve tan seguro de ti mismo, celebrando tus triunfos, haciendo broma sobre el futuro... me hace sentir tan inútil.

Y luego, claro, los problemas de siempre, pero esos me vería capaz de superarlos si lo otro no enturbiase mi mente: necesidad de mantenerme ocupada, que sea algo que me guste y en lo que sienta que no estoy desaprovechando el tiempo, sensación de encierro, de no tener amigos cerca que me comprendan y alegren el día, ser consciente, en definitiva, de que soy gilipollas por no saber disfrutar lo que tengo.

Ayúdame, que yo no sé cómo.

1 comentari:

Anònim ha dit...

Em sembla tot perfectament comprensible, no et rallis per rallar-te perquè és inevitable pensar en el futur i cada un ho fa a la seva manera. L'únic que si aconsegueixes que rallar-te no t'impedeixi disfrutar del que tens ara, molt millor. Ja veuràs com les coses es van posant al seu lloc, sigui quin sigui aquest lloc. I visca els estius desocupats! Ens podem trobar i ocupar-lo juntes, una part al menys :)